Descripción
Un día, cuando Adriell Sullivan era un niño, un monstruo se le apareció encerrado en el espejo de su habitación. Lo aterró cada día y cada noche durante meses, y antes de marcharse le prometió que regresaría.
Un día, cuando Adriell era ya un joven, el monstruo lo cumplió. Pero esta vez no venía a aterrorizarlo, venía a pedirle un favor.
El monstruo lo sabía todo sobre él. Conocía sus secretos y los miedos que negaba tener. Sabía que su padre había muerto. Sabía que su madrastra jamás le permitiría ir a las fiestas de Saint Michel para ver a la persona a la que más ansiaba ver…
El monstruo le prometió que lo ayudaría.
Pero a cambio, el monstruo quería que Adriell lo liberara.
…y eso era lo que él más temía.
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