Descripción
Un horrible crimen en una vieja estación de Metro arrojará luz sobre una verdad que nos acompaña desde el inicio de los tiempos: la muerte, siempre la muerte.
Hacia ella se dirige todo. Ha encaminado nuestros miedos, decisiones y creencias a lo largo de la historia. Algunas veces para bien, la mayoría… para mal. A los muertos no les importa su funeral, no tienen pensado asistir mas que de cuerpo presente. Todos los hombres y mujeres son iguales en la muerte. Salvo uno.
Recuerda que morirás nos acerca a la historia de una criatura capaz de cambiar su tiempo por el de sus víctimas, engañando así a la misma muerte. Un asesino despiadado que acompaña a los hombres en su camino a través de los siglos. Y que no solo se queda con el tiempo de vida que les resta a sus víctimas, sino también con todos los vicios que sumaron durante su edad en la tierra. Dejando con los años, cada vez más atrás, los pocos resquicios que le quedan de su humanidad.
¿Y tú? ¿Hasta donde estarías dispuesto a llegar para conseguir burlar a la muerte?
Oscar Fole –
Me ha volado la cabeza, todo, la trama, el ir descubriendo todo poco a poco, que todo lo que crees cambie de golpe, el final…muy recomendable.
Maria José –
Muy divertida, enhorabuena.
Jorgd –
Muy recomendable fantástica novela
Arlo –
Julián es un tramposo. Pero para ser un tramposo y, sobre todo uno bueno, hay que conocer muy bien las trampas. Y qué es la ficción si no una trampa en la que el lector o lectora se deja enredar placenteramente porque sabe perfectamente que es una trampa –si algún político lee esto reclamo para los artistas el uso exclusivo de ella–. Desde la primera línea de esta “Memento Mori: recuerda que morirás” se nos muestra el camino a seguir: un asesinato terrorífico de un conocido actor y todo lo que desde ahí, Julián, con la mano del mago que te hace mirar justamente al lado contrario dónde está el truco va desplegando. Y he aquí dónde me encontré con la gran sorpresa de la novela: el dominio de la narración en la que me perdí, confundí, anticipé, me equivoqué, tuve que releer, enfadarme, reír… El regusto de esta se basa en esa suerte de mezcla a lo Dan Brown, con descripciones ágiles a modo de partida de rol, personajes con muchos secretos, una historia que se remonta a un Mito iniciático, una Secta Oculta, némesis terroríficos, giros inesperados, traiciones, ritmo ágil y verbo preciso.
Y ese camino plagado de decisiones, pistas, enredos, ficciones, vueltas de la realidad, alguna mentira, muchos Deus Ex Machina e, incluso, vueltas sobre lo canónico, las maneja Julián como un buen tahúr. Un tahúr de la Historia que sirve a la historia dándole vueltas ficcionales que te obligan a seguir leyendo, trazar la telaraña de sucesos, jugar a dejarse llevar para intentar conectar todos los puntos que magistralmente va dejando porque el buen tahúr (al igual que el buen mago) sabe que el lector o lectora desea desde el inicio quedarse un poco frustrado pensado: “¡Qué (introducir aquí lo que cada uno o una quiera) soy! ¡Cómo demonios no me di cuenta! ¡Si lo tenía enfrente de mis narices”.
¡Menos mal que siguen existiendo buenos tramposos!”
Xavier Castiñeira